Un mérito colectivo (De uniones fuertes y unidades significativas)



Ponderar un tamaño (por ejemplo, a los fines de liberar espacio en un disco rígido) puede implicar evaluar un mérito colectivo, no uno individual. Si además de que puede lo hace en todos los casos, es otra cuestión. Me interesa el caso puesto como ejemplo, que debería alcanzar para justificar el puede. Para disimular su redundancia, la argumentación se presenta con dos tomas.

Toma 1

Si 170 MB empieza a ser mucho, no es porque en sí mismo 170 MB sea mucho, sino porque una colección de archivos con 170 MB cada uno efectivamente constituye una merma significativa de espacio y, por lo tanto, ése es un número a partir del cual importa mover archivos a un disco rígido externo (por ejemplo). Redundo: no es poco el espacio que ganamos eliminando todos los archivos de 170 MB para arriba.
Hacia abajo, tienen que sumarse muchos archivos de 50 MB, por ejemplo, para representar una porción significativa de espacio liberable en un disco de 39,7 GB con apenas 2 libres (que es 1 menos del espacio comprometido para la memoria virtual, la que usa el sistema cuando se ve desbordada la RAM de 1 GB).

Toma 2

Lo que importa del tamaño de un archivo es cuántos iguales o similares hacen falta para sumar una cantidad significativa de espacio. Si muchos, esa medida –ese sumando– no es un cantidad significativa; si pocos, sí. Para un disco como ése ganar de una vez o de pocas 500 ó 600 MB ya es importante, y 1 GB lo es indudablemente: ya con pocos archivos de esos tamaños se alcanza una limpieza rápida.
Vuelvo a redundar. No vale en sí mismo tal o cual tamaño; vale la potencia de su repetición, qué fuerza haga la unión de n archivos iguales o similares, o sea, cuánto acelere la liberación de espacio. Para ese disco, una unión con tamaños de 16, 50 ó 70 MB equivale a un paso corto; la misma unión con tamaños de 170 ó 200 MB equivale a un paso largo; de 500 MB para arriba, a una zancada.

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