Sobre nombres y diferencias



I


Futurama, episodio 4ACV15 “Farnsworth Parabox”

«Vamos a recapitular», como dice el Profesor Farnsworth A. Primero, Leela A propone llamar ‘Universo A’ al suyo y ‘Universo B’ al otro. Las desinencias elegidas suponen un orden, fácilmente convertible en un ranking. Luego, Bender B plantea invertir los roles de esa jerarquía: «¿Por qué no somos nosotros el Universo A?». Después, Leela B propone que ellos encabecen una jerarquía paralela: «De acuerdo, quédense con el asqueroso Universo A. Nosotros seremos el Universo 1». Pegado a eso, Fry B propone la alternativa de salirse de toda jerarquía: «...o Las mangostas. Es un excelente nombre: Las mangostas luchadoras»).
Como mínimamente interesa distinguir un universo de otro, basta con que los nombres sean a su vez distintos, ya sea que describan –mal o bien– o no describan en absoluto cómo o cuál es esa diferencia (es decir, que sean o no además significativos, lo que puede ser una buena ayuda-memoria). Para decirlo con un chiste de Los Simpsons y otro de Futurama, un nombre es sólo un nombre:


Temporada 6, episodio 8: "Lisa y los deportes"


Temporada 1, episodio 7: "Mis tres soles"


II

Durante la transición tecnológica en que los discos rígidos (con puerto) ATA coexistieron con sus sucesores, los Serial ATA o SATA (Serial Advanced Technology Attachment), se los renombró discos PATA (Parallel ATA).
Que el ATA fuera 'paralelo' era una característica constitutiva que tenía, pero no distintiva, ya que era universal, única, por lo que se lo llamaba simplemente ATA. Cuando se creó el ATA 'serial', la diferencia serial/paralelo hizo que de una característica sólo constitutiva se pasara a dos características distintivas de dos clases de ATA: PATA (la otrora ATA única) y SATA.
Lo universal es lo indiferenciado (en este caso, el rasgo de ser paralelo que tenía el ATA antes). Lo diferencial es lo particular: no hay diferencia más que de lo particular. Diferenciar implica particularizar. Vemos desde la frontera más externa de nuestro espacio hacia adentro, hacia las fronteras provinciales, las diferencias internas. Mejor dicho: toda diferencia es interna, sólo hay fronteras provinciales.
Los nombres distinguen, no describen. Mejor dicho: sólo describen distinguiendo; si no, no se toman el trabajo.

Hay 1 comentario:

María Eva
22 de abril de 2009, 0:33

¿Describir las distinciones funciona en el universo de la propiedad (intelectual) de los nombres? Lo que es seguro es que será fundamental distinguir las descripciones.

Beso y me alegro de que zambullidas esté en el aire nuevamente (para hablar con propiedad, "en línea" nuevamente, a no ser que entendamos por eso que está nuevamente "en forma", cuestión que no es aplicable ni distinguible en este caso).