⇽ Mapa de momentos II F 7/9
(§ 9. Modos del verbo y cisnes negros)
§ 10.1 Indicativo 1, la modalidad conjetural o concesiva
Rojo y Veiga llaman indicativo 0 y subjuntivo 0 a los «usos rectos» de los tiempos verbales indicativos y subjuntivos, que son los únicos usos que hemos visto hasta ahora. Esos ceros sugieren que puede haber unos, doses, treses... Es cierto, pero es un indicio repetido. Porque si hay «usos rectos», es que hay «usos no rectos», que Rojo y Veiga engloban bajo la metáfora traumatológica de «dislocados» y que serán el tema de este capítulo § 10.
De la metáfora ingenieril de Bello puede inferirse algo parecido: si hay un «significado fundamental» de los tiempos verbales, es que hay también otro u otros no fundamentales, que él divide en secundarios y metafóricos. Y si directamente leemos a Bello, ni siquiera necesitaremos arriesgar una inferencia:
«620 (b). Antes de todo se debe advertir que cada forma del verbo suele tener, además de su valor propio y fundamental, otros diferentes en que se convierte el primero según ciertas reglas generales. Distinguimos, pues, en las formas del verbo un significado fundamental de que se derivan otros dos, el secundario y el metafórico.»
No voy a seguir a Bello en su clasificación de los significados no fundamentales; voy a seguir a Rojo y Veiga en su clasificación de los usos no rectos. Se trata de 4 formas verbales indicativas y 2 subjuntivas. De hecho, si sirviera de algo, los tiempos podrían dividirse en dislocables (4 + 2 = 6) y no dislocables (8 en total: 10 – 4 = 6 indicativos y 4 – 2 = 2 subjuntivos).
Usar de una manera temporalmente no recta una forma verbal es usarla para identificar una relación temporal distinta a la que venía identificando / significando / señalando. Por ejemplo, si me preguntan la hora y no tengo dónde mirarla, puedo conjeturar (por las razones que sean): “Ahora serán las 9 ó 9 y cuarto”.
¿Pero no es confuso usar un Futuro tanto para esta conjetura como para la afirmación “En 10 minutos serán / van a ser las 9”? No, porque precisamente junto con la temporalidad de lo dicho cambia la modalidad del decir; en este caso, de aseverativa a conjetural o, según Rojo y Veiga, de indicativo 0 a indicativo 1. En la afirmación, «serán» [Ind 0, PH] es un futuro –tenido por– real; en la conjetura, es un presente conjetural [Ind 1.1, SH].
Para ver el mismo cambio de temporalidad respecto de AH (es decir, el desplazamiento de PAH a SAH), alcanza con recurrir al estilo indirecto:
-
en “Dijo [AH] que en 10 minutos serían / iban a ser las 9”, el Pos-pretérito «serían» identifica un vector pos-pretérito [Ind 0, PAH];
en “Dijo [AH] que en ese momento serían las 9 ó 9 y cuarto”, el Pos-pretérito «serían» (la perífrasis “iban a ser” ya no es una alternativa) identifica un vector co-pretérito [Ind 1, SAH].
En el diagrama, la temporalidad sigue siendo cromática y la modalidad es, como el modo verbal, un tipo de trazo diferente en la flecha:
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trazo continuo para el indicativo 0, como venía siendo sin que lo llamáramos así, sino «significado fundamental» o «uso recto» de las formas indicativas;
trazo discontinuo de puntos para el indicativo 1, la modalidad conjetural (“A esta hora María ya estará en la cama; mejor llamala mañana” / “Tendría 13 o 14 meses cuando aprendí a caminar”) o concesiva (título de una obra teatral de Linda Peretz: “No seré feliz... pero tengo marido” / “Su potencial sería enorme, como afirmaba la prensa, pero nunca lo desarrolló”).
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un pretérito conjetural (“No contesta; habrá silenciado el celular”) o concesivo (“Habrá cumplido los 40, como decís, pero parece mucho más joven”)
y un ante-pretérito conjetural (“Hasta que se largó a llover y tomamos un taxi, habríamos caminado unas 6 o 7 cuadras”) o concesivo (“Yo ya habría visitado ese parque 3 veces, como decís, pero para mí esa era la primera”).
§ 10.1.1 Conjeturas y concesiones sobre el perro y la zorra
Para juntar todo en un solo ejemplo, y para continuar una saga, vuelvo a la persecución insoluble de un perro infalible sobre una zorra inatrapable, que narré en § 6.1 y comenté una primera vez en § 8.8:
Con cinco minutos de persecución vana, ¿ya sabrá [Ind 1.1, SH] el perro que nunca podrá [Ind 0, PSH] atrapar a la zorra? Porque será [Ind 1.2, SH] un excelente cazador, pero tal vez no comprenda [SH] su situación. ¿Y se habrá dado cuenta [Ind 1.1, AH] la zorra de que nunca terminará [Ind 0, PH] de huir del perro? Habrá burlado [Ind 1.2, AH] las mejores trampas, como dicen [SH] en Tebas, pero de esta trampa de destinos incongruentes no hay [SH] escape posible.
La primera forma verbal de cada par («sabrá» y «se habrá dado cuenta») está en modalidad conjetural (Ind 1.1), y la segunda («será» y «habrá burlado»), en modalidad concesiva (Ind 1.2). Para ahorrar diagramas, haré uno para el presente y el pretérito conjeturales y otro para el presente y el pretérito concesivos, aunque no respete el orden de las oraciones del nuevo comentario:
Si en vez de estar H a 5' del inicio de la persecución está después, las conjeturas y concesiones se hacen con los tiempos primos, los de tonalidad clara, que se relacionan con AH, a 5' del inicio de la persecución:
Con cinco minutos de persecución vana, ¿ya sabría [Ind 1.1, SAH] el perro que nunca podría [Ind 0, PSAH] atrapar a la zorra? Porque sería [Ind 1.2, SAH] un excelente cazador, pero tal vez no comprendiera [Sub 0, SAH] su situación. ¿Y se habría dado cuenta la zorra [Ind 1.1, AAH] de que nunca terminaría [Ind 0, PAH] de huir del perro? Habría burlado [Ind 1.2, AAH] las mejores trampas, como decían [SAH] en Tebas, pero de esta trampa de destinos incongruentes no había [SAH] escape posible.
De nuevo, primero el diagrama del co-pretérito y ante-pretérito conjeturales y después sus dobles concesivos:
§ 10.1.2 Un fenómeno sistemático
Hasta acá, en las formas verbales dislocables la temporalidad no está sola, si cuando cambia también lo hace su modalidad (como si estuvieran entrelazadas a la manera cuántica). Gracias a eso, dichas formas pueden «expresar más de una combinación modo-temporal de contenidos gramaticales», como dicen Rojo y Veiga en la página 2.896:
«...un hecho que debe ser destacado es que la dislocación constituye un fenómeno sistemático que afecta a conjuntos de unidades verbales que presenten algún rasgo común en sus valores temporales. No se trata, pues, de enumerar usos diversos para formas verbales inconexas, sino de reconocer y explicar un mecanismo que en el interior del sistema verbal interrelaciona ciertos rasgos de contenido temporal y ciertos rasgos de contenido modal, posibilitando que determinadas formas verbales puedan expresar más de una combinación modo-temporal de contenidos gramaticales, lo que supone una innegable economía para el sistema que, de otra manera, necesitaría de una mayor (y, en consecuencia, más difícilmente tolerable) pluralidad de formas verbales para poder expresar el mismo número de unidades de contenido.»
Resumiendo, los usos no rectos derivan de los rectos y generan modalidades sin crear nuevos modos ni nuevos tiempos verbales, sino usando los que ya existen. Este multiuso «supone una innegable economía para el sistema», que debería asombrar y escandalizar a uno de sus usuarios uruguayos, Ireneo Funes, el gastador ilimitado.
De esta economía de la lengua deberían aprender quienes la describen con un método tan poco ahorrativo para nuestras limitadas energías de registro y retención como «enumerar usos diversos para formas verbales inconexas» (por ejemplo, hablando de un futuro epistémico, otro deóntico, otro volitivo...). Ver la dislocación como «un fenómeno sistemático» y poder «reconocer y explicar» ese «mecanismo ... del sistema verbal» haría innecesarias esas listas. Coincido, pero el tema es cómo y cuál es ese mecanismo.
§ 10.1.3 El mecanismo R&V y la conjetura de algo futuro
Hasta acá, la descripción es la de dos tipos de desplazamientos de cuatro colores / tiempos verbales: de pos a co y de ante-pos a ante, en ambos casos respecto de H y de AH. En el mapa de momentos se ven así:
Todos los ejemplos usados confirman este diagrama porque este diagrama los representa. Son todos correctos, ciertos, pero también sesgados, seleccionados para encajar en (y apoyar a) la idea de la dislocación como entiendo que la entienden Rojo y Veiga; los cito del § 44.2.3, pág. 2.894:
«La ‘dislocación temporal’ de las formas verbales es el mecanismo mediante el cual, por ejemplo, las formas que, empleadas conforme a sus valores temporales rectos, expresan alguna relación básica que incluye un vector de posterioridad adquieren, cuando son empleadas para expresar simultaneidad, un valor adicional de incertidumbre que no poseían inicialmente, ...»
En esta definición hay un supuesto sobre las piezas del mecanismo, que es descripto a partir del supuesto: la pieza Futuro, por ejemplo, identifica –como todas– una sola relación temporal, y al identificar otra distinta se disloca y de esa dislocación surge una nueva modalidad del decir.
En el marco de esta definición apoyada en ese supuesto, todas las conjeturas y concesiones se hacen cambiando un tiempo verbal, no repitiéndolo: la expresión de un presente conjetural o concesivo no se hace con un Presente, sino con un Futuro, y la de un pretérito conjetural o concesivo no se hace con un Pretérito, sino con un Ante-futuro; lo mismo pasa en la tríada prima, orientada a AH.
Pero creo que hay una excepción, tanto a esa variación temporal como a ese acceso al club de las conjeturas y concesiones (una cosa lleva a la otra: la falta de diferencia temporal lleva a la necesidad de alguna otra diferencia que le permita acceder al club). Hago un pequeño rodeo antes de ir al grano.
Como se ve, en el universo de tiempos dislocados del indicativo 1 de Rojo y Veiga hay presente conjetural o concesivo y hay pretérito conjetural o concesivo, pero no hay futuro ni pos-pretérito conjeturales o concesivos. ¿En el uso del español tampoco? Y si los hay, ¿se expresan con el mismo color y tiempo verbal que el futuro y el pos-pretérito reales, aseverativos, o tienen otro, como sus vecinos presente y pretérito?
Al igual que en una conjetura o hipótesis matemática, acá 1 caso contrera vale más que 18 confirmatorios. Voy al grano: lo que esa representación gráfica del indicativo 1 no incluye son los Futuros usados para conjeturar o conceder algo futuro, y sus primos, los Pos-pretéritos usados para conjeturar o conceder algo pos-pretérito. No los incluye, pero existen.
Con suerte, el ejemplo 19 y siguientes patearán / van a patear el tablero. Ponele que a cada invitado le dije que podía invitar a quien quisiera a mi fiesta. Cuando te enterás de esto, me preguntás: “¿Y al final cuánta gente va a ir?”. Respondo: “No les pedí que me confirmaran, así que no sé... vendrán 30 personas”. Como hablamos el mismo idioma y dialecto, entendés –por el contexto y por la entonación– que en la respuesta no me contradigo declarando desconocer el dato requerido y dándotelo a continuación, sino que compenso ese vacío de saber con un relleno conjetural, para que no te vayas con las manos vacías.
Otro ejemplo. En § 7.5 dije que con el enunciado “A las 20 cantaré” describo qué estaré haciendo a las 20, en vez de narrar qué voy a hacer a las 20. Describiendo o narrando, asevero algo futuro. Pero con el mismo tiempo verbal verde y diferente contexto y entonación, lo que hago es conjeturar algo futuro, no aseverarlo:
~Che, ya son las 18. ¿Sabés a qué hora vas a cantar? ¿A las 19? ¿19:30?
—Todavía no sé... cantaré a las 20... 🤔 En un rato empieza el show anterior al mío.
~Cuando sepas, confirmame.
... ⏳ ...
—Confirmado: voy a cantar a las 20.
Como se ve, acá la oposición es que la perífrasis verbal «voy a cantar» asevera y el verbo en Futuro «cantaré» conjetura (con cierta entonación y a veces con algún refuerzo léxico –emojis incluidos– que lo apuntalan en la modalidad). Lo mismo pasa si sé o creo que tenés conocimiento del futuro, que me hará preguntarte así: “¿Cómo va a salir el próximo partido de San Lorenzo?”; en cambio, si sé o creo que no tenés ese conocimiento, en vez de pedirte un dato que sé que no tenés, te voy a invitar a conjeturar: “¿Cómo saldrá San Lorenzo el próximo domingo?” (equivalente a “¿Cómo creés que va a salir?”).
En la canción “¿Quien será?”, de los mexicanos Pablo Beltrán Ruiz y Luis Demetrio, el cantante se pregunta, entre retórico y curioso,
Sin más contexto, pueden entenderse las preguntas como “¿Cuál de ellas (mujeres que conozco) será la que me quiera a mí y me dé su amor?”. Siguiendo la letra, entendemos que está hablando de una mujer que conocerá en el futuro (aunque ya exista), y sólo si llega a poder encontrarla:«¿Quién será la que me quiera a mí?
¿Quién será? ¿Quién será?
¿Quién será la que me dé su amor?
¿Quién será? ¿Quién será?»
«Yo no sé si la podré encontrar,
yo no sé, yo no sé.»
Este Futuro «podré» no es Ind 1, PSH, sino Ind 0, PSH. No expresa incertidumbre, acompaña la que explicita su subordinante, «no sé si», como podría acompañarla –quizás con menor consonancia– la perífrasis "voy a poder".
§ 10.1.4 Mismo color, distinta modalidad
Si el indicativo 1 incluye un futuro y un pos-pretérito en sus dos versiones, conjetural y concesiva, nos falta ver la segunda. ¿Se puede conceder una afirmación ajena sobre algo futuro que no nos interesa discutir porque no afecta nuestra afirmación?
Se puede; por ejemplo: “Está bien, bajará [Ind 1.2, PH] de golpe la temperatura, como decís, pero no va a nevar”; “En dos días volverían [Ind 1.2, PAH] mis padres de las vacaciones, como decís, pero no hacía falta que te fueras”.
El problema es que también se puede con las perífrasis "va a bajar" e "iban a volver", algo que en la modalidad conjetural no se podría. El Futuro «bajará» y el Pos-pretérito «volverían» bien podrían ser indicativo 0, no 1.2.
En el peor de los casos, la modalidad concesiva no se distingue suficientemente de la aseverativa cuando usan el mismo tiempo verbal para los vectores PH y PAH. En el mejor de los casos, se le hace más difícil que a la modalidad conjetural diferenciar los dos futuros. ¿Por qué?
Al conceder podés aseverar; al conjeturar, no. Cuando concedés y aseverás con el mismo tiempo verbal identificando el mismo vector, la diferencia de modalidad, si existe, es muy inferior a la que hay cuando conjeturás y aseverás con el mismo tiempo.
Lo contradictorio (conjeturar y aseverar X cosa) resalta más que lo complementario (conceder y aseverar X cosa); tanto, que logra hacer ver su diferencia incluso usando el mismo tiempo verbal (Futuro o Pos-pretérito) para las dos acciones modales mutuamente excluyentes (lo que conjeturo no lo asevero, lo que asevero no lo conjeturo: o conjeturo o asevero X cosa).
Si conjeturo X cosa, es que no sé si es así o no; si la asevero, es que sé que es así (o eso quiero dar a entender, sea sincero o mentiroso, esté en lo cierto o equivocado). Puedo saber o no saber X cosa, no puedo saber y no saber X cosa. Saber o no saber, esa es la cuestión.
§ 10.1.5 El mecanismo visto con el mapa de momentos
Como sea, si también puede conjeturarse o concederse algo futuro (y pos-pretérito), además de algo presente (y co-pretérito) y de algo pretérito (y ante-pretérito), entonces el desplazamiento que define al indicativo 1 es de dos tríadas vectoriales que suben desde la derecha de sus respectivos momentos de referencia, H y AH:
Antes de esta visión del desplazamiento, la descripción era que las formas simples ('cantaré' y 'cantaría') conservaban el punto de referencia (H y AH) y cambiaban la orientación temporal (de pos a co), mientras que las formas compuestas ('habré cantado' y 'habría cantado') lo hacían al revés: cambiaban el punto de referencia (de PH a H y de PAH a AH) y conservaban la orientación temporal (ante).
Con esta nueva visión, no hay cambios de dirección de las flechas, como de pos a co (en el cambio de ante-pos a ante tampoco hay cambio de dirección, pero sí de tiempo verbal). Lo que hay son cambios de momento de referencia de dos tríadas de vectores: la de colores oscuros cambia de apuntar a PH a apuntar a H y la de colores claros cambia de apuntar a PAH a apuntar a AH.
Esto significa que el presente conjetural o concesivo del nivel 1 (Ind 1, SH) no proviene de una dislocación del futuro aseverativo del mismo nivel (Ind 0, PH), sino del co-futuro aseverativo del nivel 2 (Ind 0, SPH), que en ambos casos es 'cantaré'. Simétricamente, el co-pretérito conjetural o concesivo del nivel 2 (Ind 1, SAH) no proviene del pos-pretérito aseverativo del mismo nivel (Ind 0, PAH), sino del co-pos-pretérito aseverativo del nivel 3 (Ind 0, SPAH), que en ambos casos es 'cantaría'.
Recapitulemos. Dos de tres vectores de cada una de las dos tríadas del indicativo 1 cambian de color respecto del que tienen en indicativo 0, la modalidad aseverativa. El vector de posterioridad de cada tríada, el distinto, es identificado por la misma forma verbal que en la otra modalidad, por lo que repiten color (verde el vector posterior a H, verde agua el posterior a AH). Pero el futuro conjetural no es el mismo Futuro de PH, que no se ha movido, sino el de PPH, que ha llegado desde el nivel 2 como integrante de la tríada ascendida. Si hubo dislocación, no fue por cambio de dirección vectorial, sino por desplazamiento, y en equipo.
En la perspectiva de este ensayo, el apellido de cualquier tiempo verbal es Legión: contiene multitudes. Para quienes piensan o sobreentienden que el Futuro identifica / significa / señala una sola relación temporal por modalidad, que el verde PPH ocupe el lugar del verde PH es indetectable, y tal vez también inconcebible.
§ 10.2 Subjuntivo 2 + Indicativo 2, la modalidad contrafáctica
El desplazamiento de tríadas que funda al indicativo 1 subiendo desde la derecha de H y de AH hace juego con el desplazamiento de tríadas que funda la tercera y última modalidad subiendo desde la izquierda de H.
La dirección que falta es inútil y tu lengua lo sabe (?). Si una tríada subiera desde y por el centro, ninguno de sus vectores ocuparía el lugar de alguno que no tenga su mismo color; siempre "reemplazarían" a un doble cromático. De ahí que no existan desplazamientos verticales, con 3 de 3 novedades indetectables; sería como si un pulpo se disfrazara de pulpo, por nombrar a un gran transformista.
Con esta modalidad fantaseamos / imaginamos algo diferente, por lo común opuesto o inverso, a lo que sabemos o creemos que pasó, pasa o pasará (una manera amplia de lo contrafáctico). Suele presentarse como un combo de causa y consecuencia imaginadas (subjuntivo 2 e indicativo 2, respectivamente). El nuevo diseño vectorial es un trazo discontinuo hecho de rayas, no de puntos (como el indicativo 1) ni de rayas y puntos (como el subjuntivo 0) ni continuo (como el indicativo 0). Primero los diagramas, después los ejemplos:
En “Si tengo cambio, te doy”, no sé si tengo cambio (en otra época te habría dicho “Si tuviere cambio, te daré”). Me fijo en los bolsillos, no encuentro, veo la decepción en tu cara y para congraciarme juro que “Si tuviera cambio, te daría”, lo que implica que sé que no tengo ni te daré. Este Futuro y aquel Presente del Indicativo nos dicen la temporalidad del Pretérito Imperfecto del Subjuntivo «tuviera» y del Pos-pretérito «daría», nombres que quedaron desfasados.
Días después, te pago con cambio y me agradecés con una ironía sobre la vez anterior. Vuelvo a jurarte que “Si hubiera tenido cambio, te habría dado”: causa y consecuencia imaginarias pasadas (para la segunda también se usa el mismo tiempo de la primera, el Pretérito Pluscuamperfecto del Subjuntivo: «Si hubiera tenido, te hubiera dado»).
§ 10.2.1 Contrafácticos sobre el perro y la zorra
El tercer y último comentario sobre el perro y la zorra infalibles ilustra tres o cuatro casos de esta tercera y última modalidad: causa presente + una consecuencia presente y otra futura; causa futura + consecuencia futura; causa pasada + consecuencia pasada. No quiero pasar al comentario sin antes agradecer por los servicios prestados a Zeus, Céfalo, su perro Lélape, su jabalina sin nombre, y la zorra Teumesia:
Si los atributos en pugna no fueran [Sub 2, SH] ambos perfectos, el duelo sería [Ind 2, SH] soluble y dentro de poco Céfalo no intentaría [Ind 2, PH] reforzar o compensar a su perro Lélape con la jabalina. Pero con este reparto de dones, aun si Céfalo lanzara [Sub 2, PH] su jabalina infalible, la suma de las dos perfecciones cazadoras no podría [Ind 2, PH] superar la simple perfección huidiza de la zorra. Si Céfalo hubiera hecho [Sub 2, AH] esta cuenta cuando le pidieron a Lélape, no lo habría cedido [Ind 2, AH].
La argumentación entera es una historieta de tres viñetas, una por cada oración condicional, cada una de las cuales a su vez es una historieta de dos viñetas, una para la prótasis (subjuntivo 2) y otra para la apódosis (indicativo 2):
Hasta acá, esta reunión podría haber sido dos mails.
§ 10.2.2 Variaciones sobre un mismo combo
Hasta acá (mails incluidos), los ejemplos de esta modalidad vinieron en un combo de causa y consecuencia, ambas imaginarias. Pero también existen las parejas mixtas, como la que forman una causa real y una consecuencia imaginaria: “Yo llevaría [Ind 2, PH] esa sandía, hijita, pero pesa [Ind 0, SH] mucho”. Con ambas partes imaginarias y reordenadas, quedaría así: “Si esa sandía no pesara [Sub 2, SH] mucho, la llevaría [Ind 2, PH]”.
Lo importante es que ni bien la hijita escucha «llevaría», sabe que la mamá no va a llevar esa sandía; sabe que la realidad es la inversa. Nada de lo que siga a «llevaría» va a cambiar eso; de hecho, sólo va dar una razón de por qué no la va a llevar. Análogamente, aunque fuera del juego de prótasis y apódosis, cuando Pink Floyd canta “Deseo que estuvieras [Sub 2, SH] aquí” (así se tradujo “Wish you were here”), sabés que Syd Barret no está ahí (si estuviera, no andarían deseando que esté).
Volviendo al combo, son comunes también los casos en que una de las dos partes está sobreentendida. Un ejemplo con la causa imaginaria expresada y la consecuencia imaginaria sobreentendida: habías dicho que no ibas, pero al final caés de sorpresa y tarde a la juntada; no quedan empanadas, ponés cara de decepción y te dicen: “Hubieras avisado que venías”, que equivale a “Si hubieras avisado, hubiéramos / habríamos pedido también para vos”.
Tal vez más frecuentes son los casos de causa imaginaria sobreentendida y consecuencia imaginaginaria expresada. Si al ver que estás por hacer algo te digo “Yo no lo haría”, la causa imaginaria está sobreentendida. Explicitada, diría algo así: “Si yo fuera vos [Sub 2, SH] / si yo estuviera [Sub 2, SH] en tu lugar, no lo haría [Ind 2, PH]”. Y si ya lo hiciste, lo mismo vale para un “Yo no lo habría hecho”; si explicitamos la causa imaginaria/irreal, queda así: “Si yo fuera vos [Sub 2, SH] / si yo hubiera estado [Sub 2, AH] en tu lugar, no lo habría hecho [Ind 2, AH] / hubiera hecho [Sub 2, AH]”.
De este tipo es también el llamado 'condicional de cortesía': “¿Me dirías la hora?” sobreentiende un, por ejemplo, "Si fueras tan amable...”. Si te pareció una reposición demasiado creativa, esperá a ver la de la causa sobreentendida del 'condicional del rumor' (§ 44.3.3, pág. 2.916 de Rojo y Veiga), el mentado "potencial" de los periodistas: [Si esta información se confirmara, ...] “Habrían localizado [Ind 2, AH] al último prófugo; estaría [Ind 2, SH] en una isla del delta”.
Dicen Rojo y Veiga que en el condicional del rumor «no existe tampoco negación implícita», como no la hay en el condicional de cortesía. No es que no me vas a decir la hora porque no sos amable; ahí la modalidad no es contrafáctica, sino hipotética: no sé si serás o no amable conmigo; en caso de serlo, ¿me dirías la hora? No es que «habrían localizado» implica que saben que no lo localizaron; implica que no saben lo suficiente como para afirmar que lo localizaron y que está en una isla del delta (o que fingen no saber lo suficiente para evitar afirmar lo que saben que es falso).
§ 10.3 El juego de las modalidades
Recapitulemos para avanzar. Mirando el mapa de momentos a vuelo de pájaro, las tríadas de vectores migrantes se mueven desde sus posiciones en indicativo 0 o en subjuntivo 0 hasta las posiciones de las otras modalidades: indicativo 1 (subiendo desde la derecha), subjuntivo 2 e indicativo 2 (subiendo desde la izquierda). De las 15 o 17 (10+4+1 ó 10+6+1) formas verbales, el español desplaza 6 (4 indicativas y 2 subjuntivas), 2 de ellas dos veces.
Los condicionales, el simple (Pos-pretérito) y el compuesto (Ante-pos-pretérito), tienen 3 posibles valores temporales y modales, o «una combinación modo-temporal», como dicen Rojo y Veiga. Enumero los de "cantaría", Pos-pretérito: pos-pretérito real, co-pretérito conjetural o concesivo, y presente o futuro imaginarios. Enumero los de "habría cantado", Ante-pos-pretérito: ante-pos-pretérito real, ante-pretérito conjetural o concesivo, y pretérito imaginario (carrera ascendente la suya).Tanto las formas desplazables como las no desplazables están en alguna modalidad, además de estar en algún modo y en algún tiempo. Es más: la modalidad es la realidad del modo, que sin ella es una abstracción que discierne mal. No existe el Modo Subjuntivo; existen las modalidades Sub 0 y Sub 2: toda forma subjuntiva va a pertenecer a una de estas dos modalidades o a ambas. No existe el Modo Indicativo; existen las modalidades Ind 0, Ind 1, e Ind 2: toda forma indicativa va a pertenecer a una o más de estas tres modalidades (6 sólo a Ind 0, 2 además a Ind 1, y 2 a las tres).
La modalidad es la eficiencia en aprovechamiento de recursos y territorio hecha categoría gramatical. A diferencia del tiempo y el modo verbales, la modalidad no crea nuevas desinencias; usa las que ya están, dejándoles su significado «modo-temporal» (Ind 0, Sub 0) o cambiándoselo (Ind 1, Ind 2, Sub 2). Revisemos los temas de este trío de categorías gramaticales.
Los modos verbales hablan de qué hacemos al hablar: siguiendo a Bello, si comunicamos un saber que o un creer que, usamos en Modo Indicativo el verbo de lo sabido o lo creído. Si comunicamos un desear que o un dudar que, usamos en Modo Subjuntivo el verbo de lo deseado o lo dudado.
Por su parte, los tiempos verbales hablan de cómo se orientan temporalmente los eventos que comunicamos, para cuya respuesta aporté el mapa de momentos, con sus colores y sus diseños vectoriales. ¿Y las modalidades verbales? ¿Tienen un tema en común? ¿De qué hablan, tanto las sedentarias (Ind 0 y Sub 0) como las de ascensos diagonales (Ind 1 y Sub 2 + Ind 2)?
Hablan de qué sabemos, qué no sabemos, y qué hacemos en cada caso. Doy ejemplos de eso con las modalidades por desplazamiento: imaginar algo distinto a lo que sabemos (Sub 2 + Ind 2, modalidad contrafáctica o hipotética), conceder lo que no sabemos a cambio de afirmar lo que sabemos (Ind 1.2, modalidad concesiva) o conjeturar para compensar lo que no sabemos (Ind 1.1, modalidad conjetural).
Las modalidades por emplazamiento son Ind 0 y Sub 0. En ellas, las formas verbales se ubican en el mapa de momentos como las piezas de ajedrez se ubican en el tablero para empezar una partida. (Es el tablero que no tiene sentido patear.) El juego se desarrolla con las modalidades por desplazamiento: Ind 1, Sub 2, Ind 2. Veamos cómo.
§ 10.3.1 El dilema reversionado y las modalidades
Fijas o errantes, todas las modalidades derivan del dilema hamletiano ya mencionado: Saber o no saber, esa es la cuestión. Para ver por qué, veamos antes esas derivas a partir de un diálogo entre 1 extraterrestre y 2 terrícolas, con un video de epígrafe:
El Zorro (captura de video del 27/2/2008)
👽 ─Che, ¿Juan está en su casa?
🤔 –No sé, pero es probable que sí, que ya esté ahí.
👽 ─¿Y en el club?
🤔 –No creo que todavía esté en el club. A esta hora ya estará en su casa. Y ojalá esté, porque diluvia.
😎 ~Sí, Juan está en su casa.
👽 ─Estará ahí, como dicen ustedes, pero ya es de noche y todas las luces de la casa están apagadas. ¿Están seguros que Juan está adentro?
😎 ~Sí, reafirmo que está ahí.
🤔 –Yo me di vuelta. Me convenció el argumento de ninguna luz prendida y ahora niego que Juan esté en su casa.
😎 ~Mirá, es simple: si no estuviera ahí, se oiría ladrar al perro. Así que me alegra que esté.
👽 ─Con una abducción, hago que Juan no esté en su casa, a ver si es cierto lo del perro.
😎 ~¡Qué ganas de molestar! Está lloviendo fuerte, dejalo en paz. Y a Juan también.
Si tengo un saber,
-
• puedo comunicarlo (Ind 0: «Juan está en su casa»);
• me lo pueden negar (Sub 0: «No es cierto / es falso / niego que Juan esté en su casa»);
• puedo ratificarlo (Ind 0: «Es cierto / no es falso / reafirmo que Juan está en su casa»);
• puedo fantasear un hecho diferente al que sé o creo que pasó, pasa o pasará (Sub 2 + Ind 2: «Si no estuviera, se oiría ladrar al perro»);
• puedo reaccionar ante el hecho (Sub 0: «Me alegra que Juan esté en su casa»);
• puedo usar ese dato para hacer que pase lo contrario (Sub 0: «Hago que Juan no esté en su casa» –estando, no tiene sentido hacer que esté, sólo hacer que no esté, causando que salga o evitando que vuelva).
Pasemos a las acciones que presuponen que no sé si Juan está o no en su casa. Si no tengo un saber,
-
• puedo comunicar ese desconocimiento (Ind 0: «No sé si Juan está o no en su casa»);
• puedo evaluar las posibilidades dilemáticas con una regla de probabilidad (Sub 0: «Es probable que esté en su casa»);
• puedo reaccionar con escepticismo a una de las posibilidades que se postula a hecho o dato (Sub 0: «No creo / dudo que esté en el club»);
• puedo conjeturar algo en un intento por poner la bala donde no puedo poner el ojo (Ind 1.1: «A esta hora ya estará en su casa»);
• puedo conceder ese hecho para afirmar otro (Ind 1.2: «Estará en su casa, como dicen ustedes, pero ya es de noche y todas las luces están apagadas»);
• puedo desear una de las posibilidades y temer la otra (Sub 0: «Diluvia; ojalá esté en su casa»).
Vuelvo a la pregunta del principio: ¿por qué todas las modalidades son definibles en relación con un saber? Las acciones básicas de cada modalidad se vinculan, cada una a su manera, con la acción de saber, como si ésta fuera una torre medieval hexagonal con 1 cara libre y 5 conectadas a sendas torres por puentes específicos en su diseño y construcción. Veamos estas conexiones.
El primer duelo del saber es con su negación: o sé o no sé (Ind 0: “Sé que / no sé si Juan está en su casa”). El segundo lo tiene con un aspirante que ocupa lugar, el parecer: o sé o creo (Ind 0 en “No sé, pero creo que está en su casa”, Ind 1.1 en “No sé, estará en su casa”). Tampoco es lo mismo “Sé que Juan está en su casa” y “Estará en su casa, como decís”, donde concedo lo que no me consta y/o no me importa mucho (Ind 1.2).
Otra disyunción que co-protagoniza el saber, acción básica de la modalidad Ind 0, es con las acciones básicas de la modalidad Sub 0: si sé que pasó, pasa o pasará X cosa, no voy a dudar ni desear que haya pasado, esté pasando o vaya a pasar. Y viceversa: si dudo o deseo que haya ocurrido, esté ocurriendo o vaya a ocurrir X cosa, es porque no sé si ocurrió, ocurre, ocurrirá o no (lo que se sabe no se desea; se desea lo que no se sabe).
Un último puente que da a esa torre conecta el saber con el fantasear, que es una acción básica de la modalidad bipartita Sub 2 + Ind 2, en la que se imaginan causas y consecuencias diferentes a las que sabemos que hubo, hay o habrá: en “Si Juan no estuviera en su casa, se oiría ladrar al perro”, sabemos que no se oye ladrar al perro e inferimos que Juan está en su casa. El saber es lo que damos vuelta cuando fantaseamos contrafácticamente.
Para terminar, quiero demorarme un poco en la relación entre el saber que y el creer que.
§ 10.3.1.1 ¿Pero eso lo sabés o lo creés?
La especie humana (captura de video del 20/10/2008)
Escuché en más de una película la pregunta del título, o una variante más enojosa: “No te he preguntado qué crees; te he preguntado qué sabes”. En general eran escenas de acción, donde la decisión a tomar era tan delicada y riesgosa que necesitaba basarse en un conocimiento, no en una opinión; necesitaba un grado de seguridad más alto que el que puede dar una conjetura, porque había mucho en juego. Donde un error puede pagarse muy caro, la información de calidad vale oro.
Esta necesidad de certeza para decidir algo crucial es al menos tan antigua como la que tenían los apenas miles de homo sapiens que hace unos 75 mil años sobrevivieron a las consecuencias de la erupción del Toba. En el marco de esta teoría, pero también fuera, “lo que te digan tus vecinos puede salvarte la vida; pueden saber dónde están las mejores fuentes de agua, los mejores árboles frutales, o los mejores territorios de caza”. De ahí la importancia de saber con qué grado de seguridad te lo dicen (como un test con la rutina de preguntarte qué tan seguro estás de la respuesta que acabás de dar).
Imaginá que estás en un desierto y la sed te amenaza; tenés fuerzas para seguir caminando 3 horas y justo te cruzás con los primeros nómades que no son un espejismo. ¿Qué preferirías que te dijeran: “Hay un oasis a 2 horas en esa dirección” o “No estoy muy seguro, pero creo que hay un oasis (creo que) a 2 horas (creo que) en esa dirección”? Cuanto más riesgosa la decisión a tomar, más necesaria la distinción entre saberes y creencias.
Y ya que te imaginaste como te dije, esa es otra acción básica que se relaciona con saber, y de un modo distinto al de creer: es la acción de imaginar, de construir escenarios y situaciones que podés creer posibles pero que sabés irreales. Las dos primeras acciones retratan, con diferentes grados de confiabilidad; la tercera inventa, como quien hace un collage.
Entre las tres elaboran modelos del mundo, que usamos como simuladores para entrenarnos en el arte de la interacción con lo otro y como mapas para orientarnos en la interacción misma, donde los modelos se ponen a prueba (en la cancha se ven los pingos).